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viernes, 24 de diciembre de 2010

Carta a Papá Noel


Querido Viejo:

Ya estoy grande para escribirte, pero como dicen, siempre guardamos aquel niño interior que nunca muere. 

Tengo una larga trayectoria en esta vida tan generosa y linda. He caminado unos ochenta años y pico, acompañado de la mujer de mi vida, recientemente ausente. Soy afortunado de recibir incesantemente el gran cariño de mis dos nietos, María Claudia de 12 añitos nomás, y Esteban, revoltosos si los hay, de 10 velitas. Ni hablar de mi hijo, siempre atento a mis trucos de viejo mañoso, con su esposa Francesa, conocida entre los solteros simultáneos viajes, allá por los 90' hacia Europa. 

Ese gran continente, sí que le cambió la vida: le dio una mujer preciosa, delicada como la seda, portadora de ojos  acaramelados, con una voz suave, y relajante. También, le brindó sus dos criaturitas, que tanto trabajo, pero satisfacción les dan; una casa a las afueras de la gran ciudad, siempre congestionada, inquilina de tanta violencia, y tía de la gran conocida inseguridad.

Unos meses atrás, la mujer que compartía mis sábanas, recibía mis besos y me regalaba los abrazos más cálidos y tiernos, me ha dejado, por esas cosas de la vida, que no se pueden impedir, y mucho menos ocultar, en el olvido. Soy consciente de todo lo que me ha dejado, de todo lo que he aprendido de ella. Eso me da ganas de seguir adelante, para poder brindarles lo mejor a mis nietitos, y a mi querido hijo. 

Disculpe, Padre por hacer una introducción tan larga, pero de verdad que tengo ganas de comentarle mi situación actual, que sepa qué me pasa por dentro, para poder comprender mi afuera. 

Se supone que mañana es Navidad. Se supone que la familia unida, va a estar esperando su innegable presencia. Se supone que son tiempos para recordar, para disculpar y por qué no para cambiar. 

También junto a su acontecimiento, se acerca el fin de año. Que también implica re-pensar, el año que se está esfumando con el pasar de las horas. Éste, nos invita a proyectar el año venidero, en donde la esperanza nueva, siempre resurge de cada uno, donde los sueños toman impulso, en donde nos sentimos seguros de lo que queremos. 

Hace ya mucho tiempo, he dejado la pluma y la hoja para usted. Hace ya mucho tiempo que no creo en la Navidad. Pero ahora, pero HOY, le pido disculpas. Le soy sincero, me siento culpable por haber despreciado su acontecimiento tanto tiempo, por verlo como algo comercial, como algo de marketing, como una noche más, como una cena más, sólo con el condimento de recibir regalos y de unir a toda la familia. 

Estoy convencido ya, que la Navidad es mucho más que regalos, que un buen comer, y que una fuga importante de dinero. En estos momentos hay una lucha incesante entre mi Moral, y mis sentimientos.

Hoy más que nunca quiero a la familia unida, quiero recordar los buenos momentos, quiero recordar las navidades pasadas con mi amor, quiero que ella está presente, hoy aquí. 


Como regalo de Navidad, te pido:

El Recuerdo de Ella,
La Magia de Ella, 
La Fuerza de Ella, 
Las Risas de Ella.
Simplemente la quiero a ELLA........

Nunca te olvidaré, 
Siempre te recordaré......


Fernando Del Valle Bustos 24/12/2010

jueves, 16 de diciembre de 2010

Resultado De Una Locura Divina




Sol, brille sobre mi cara,
Encienda aquel fuego, apagado ya.

Canción, haga su participación en el viento,
Entre a los oídos, y háganos a todos cantar.




Tiempo, déjese volar,
Pierda su cordura,
Y déjese disfrutar!

Felicidad y Amor,
Son bievenidos a mi corazón.

A Volar, A Volar,
Vámosnos todos ya!

Algún lugar habrá, 
Es esta inmensa ciudad!



Don Quijote 16/12/2010